Llevo ya casi un mes preparando para el festival de la celebración del año nuevo chino en GCC. Creo que a esto le llaman estar en el ojo de la tormenta, en el cual todo se acumula y te ves inundada de tanto trabajo que te quedas inerte. Creo que algo así me ha pasado hoy. Estuve congelada por casi media hora y no pude moverme de mi sitio, pensar o escribir. Tomó el timbrazo de una llamada equivocada para que pudiera reaccionar y volver al ritmo del trabajo. Entre tanto trabajo y tensión, me pregunto si no sería mejor quedarme dormida durante mis vacaciones y no salir a ninguna parte. Hubiese sido interesante quedarme en frente de mi computadora y mirar las telenovelas coreanas que tanto me gustan y no solamente por el idioma, sino por los actores que lloran lágrimas que parecen riachuelos cuando sufren. Estos coreanos si sienten esa pasión que se llama sufrimiento a causa del amor. Ah! Lo mío es puro sufrimiento dentro de esta tormenta que se llama trabajo.